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LZF nace en 1994 de la mano de Mariví Calvo, artista española, y Sandro Tothill, músico australiano. Juntos comparten su pasión por la creatividad y la experimentación. En una ocasión, mientras trabajaban con chapas de madera, Mariví y Sandro dieron con una novedosa idea para crear «luz envolvente». Aquel momento fue clave en su trayectoria y, desde entonces, LZF ha desarrollado una amplia colección de innovadoras lámparas, en colaboración con muchos diseñadores de gran talento. Mediante el desarrollo de Timberlite®, un proceso patentado para el tratamiento de la chapa de madera natural que hace que sea flexible e irrompible, los diseñadores que trabajan con LZF, han creado multitud de lámparas de formas llamativas.

LZF siempre ha sido un vivero de creatividad. En sus veintiséis años de trayectoria, la empresa ha apostado por el arte, el diseño, la artesanía, la innovación, la tecnología y la sostenibilidad. Aunque la chapa de madera es el elemento básico para crear sus piezas, recientemente se está trabajando con nuevos materiales, como el vidrio de borosilicato soplado a mano. Sin perder nunca de vista sus raíces y su historia creativa, la compañía produce todas sus piezas en sus talleres en Chiva (València). Cada luminaria está hecha a mano por maestros artesanos a partir de chapas de madera natural certificadas FSC. La empresa está, además, comprometida con la preservación de los oficios y técnicas tradicionales.

Las lámparas de LZF han dado la vuelta al mundo y forman parte del escaparate del diseño español. No en vano, la marca ha recibido más de treinta y cinco premios nacionales e internacionales, incluido el Premio Nacional de Innovación y Diseño 2020, en la categoría de «Empresas».

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