Este artículo se ha escrito con datos del año 2011
La región de Oriente Medio y el norte de África incluye a un heterogéneo grupo de países, situados en un espacio geográfico que comprende desde Marruecos hasta Irán, la mayoría de los cuales pertenece a la Liga Árabe con la excepción de Irán. La región en su conjunto cuenta con un PIB estimado en 2010 de 2,4 billones de USD y una renta per cápita media de 6400 USD. No obstante, los países que la integran poseen diversos grados de desarrollo y riqueza. Así, por ejemplo, Qatar es uno de los países con mayor renta per cápita del mundo (80 441 USD) mientras que Yemen, con 1070 USD, tiene la menor renta per cápita de la región y una de las más bajas del mundo.
En cuanto a población, se estima en 350 millones de personas, un 6% de la población mundial, y los países más poblados son Egipto con 82,5 millones de habitantes e Irán con 74 millones. La población, que se ha cuadruplicado desde 1950, ha disminuido su crecimiento aunque la tasa de fertilidad todavía supera la media mundial (Tasa de fertilidad mundial en 2011:2,4; Oriente Medio:2,9; norte de África: 3,1). Como consecuencia, la población juvenil es muy numerosa (uno de cada tres habitantes tiene entre 10 y 24 años) hecho que plantea importantes retos en educación y empleo. Así, según el Banco Mundial, habría que crear más de 50 millones de empleos en la próxima década para disminuir el paro, objetivo que está lejos de cumplirse con una tasa de desempleo (Supera 10% con expectativas de sobrepasar el 10,5% hasta el año 2017) que es, según la Organización Internacional del Trabajo, la segunda mayor del mundo tras el África subsahariana. A esta situación se suma el elevado paro juvenil (26%), la escasa incorporación de la mujer al mercado de trabajo (18,4%) y la precariedad laboral, con un sector informal cuya participación en el PIB supera el 30% en muchos países, principalmente, en el Mediterráneo.
Por lo que se refiere a recursos naturales, destacan los hidrocarburos, ya que en esta región se produce el 40% del petróleo del mundo y posee el 60% de las reservas petrolíferas mundiales además de tener importantes reservas de gas. Así, cuatro de los diez mayores productores de petróleo pertenecen a esta región (Arabia Saudí (1), Irán (4), eAU (8), Iraq (9) y Kuwait (11). fuente: Cia World Factbook 2011) y seis países están entre los diez con mayores reservas probadas del mundo (Arabia Saudí (1), Irán (3), Iraq (4), Kuwait (5), EAU (6) y Libia (9). fuente: Cia World Factbook 2011). La explotación de hidrocarburos ha desarrollado en los países productores, sobre todo en el Golfo, una importante industria petroquímica. A ella se suman los servi- cios de logística y transporte que tienen una importante contribución a sus economías. En estos países el Estado tiene una gran participación en la economía y, en cuanto a apertura económica, destacan los países del Golfo mientras que Argelia e Irán están mucho más cerrados.
En cuanto a los países importadores de petróleo (Egipto, Jordania, Líbano, Mauritania, Marruecos, Siria, Túnez y Yibuti), basan su economía en la industria manufacturera, los servicios (turismo) y la agricultura. La mayoría de ellos ha creado economías de mercado abiertas al exterior, sobre todo a la UE que es su principal socio comercial, y con la que han alcanzado acuerdos para crear zonas de libre comercio. Algunos países, como Túnez, Jordania y Marruecos, tienen un elevado grado de asociación con la UE y este último obtuvo el estatuto de asociación avanzada en octubre de 2008. No obstante, en ellos el sector público tiene todavía una importante participación y comparten, con el resto de países de la región, la necesidad de diversificar sus economías y fomentar el sector privado para generar empleo y dinamizar sus economías.
Esta región se caracteriza también por su bajo nivel de integración económica aunque dentro de ella existen dos organizaciones económicas, la Unión del Magreb Árabe (UMA, creada el 17 de febrero de 1989 con sede en Rabat su objetivo no alcanzado era establecer un mercado común en 2006. Países miembros: Argelia, Marruecos, Libia, Mauritania y Túnez) y el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo (GCC, en sus siglas en inglés: creado el 25 de mayo de 1981. Países miembros: Arabia Saudí, Bahréin, emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar), que persiguen la integración económica y fomentar el libre intercambio. A ellas se suma un pacto realizado en el seno de la Liga Árabe, denominado Gran Zona Árabe de Libre Comercio (GAFTA, en sus siglas en inglés: firmado el 1 de enero de 2005 por 18 países de la Liga Árabe) , y el Acuerdo de Agadir (firmado el 25 de febrero de 2004 por Jordania, Egipto, Túnez y Marruecos para crear una zona de libre comercio) impulsado por la UE. De todas estas iniciativas la que más ha avanzado es el GCC que creó una Unión Aduanera en 2003 y un mercado común que entró en vigor el 1 de enero de 2008. Aún así, su comercio intrarregional no alcanza el 15%, muy por debajo de otras zonas económicas (Asociación de naciones del Sudeste Asiático (22%), comunidad económica de estados de África Occidental (20%), aunque supera al del Magreb que no sobrepasa el 3%. Es preciso señalar que dentro del GCC se están desarrollando proyectos de interconexión eléctrica y ferroviaria que fomentarán la integración aunque el proyecto de crear una moneda común en 2010 está en suspenso.
De la crisis financiera a la primavera árabe
Los últimos años han sido para la región bastante convulsos, tanto en lo político como en lo económico. La crisis financiera de 2008 junto con la bajada de los precios del petróleo tuvo un impacto negativo en los productores de petróleo. La situación se vio agravada por el colapso del sector inmobiliario en Dubái que causó importantes pérdidas en los mercados financieros de la región. Hoy en día la crisis se considera superada en Dubái y el rescate recibido de Abu Dabi (el emirato de Abu Dabi respaldó con 10 000 millones de USD al holding estatal Dubai World en 2009) ha producido una mayor integración en los EAU. Tras esta crisis, la región retomó su senda de crecimiento y recuperó el nivel de principios de la década. Esta tendencia se ha visto alterada por los movimientos sociales y políticos que se iniciaron en diciembre de 2010 y que se han denomina- do primavera árabe.
Este fenómeno, que ha provocado la caída de cuatro gobiernos, dos guerras y multitud de cambios políticos, entre los que destaca la llegada al poder de partidos islamistas en Túnez, Marruecos y Egipto, ha tenido consecuencias económicas importantes (Según la Organización Árabe de Turismo, las revueltas en su conjunto originaron en 2011 pérdidas de unos 96 000 millones de USD en la región, de las cuales un 18% se ha producido en el sector turístico.). La transición hacia regímenes democráticos no está siendo un camino fácil y la inestabilidad sociopolítica ha causado un deterioro de los problemas económicos que fueron, en parte, los causantes de las revueltas. A esta situación se suma la incertidumbre que genera la estabilización de Libia o el futuro de Siria, país cuyo conflicto interno está afectando a los países vecinos. Asimismo, los gobiernos han aumentado su gasto público para tratar de satisfacer las demandas sociales y esto ha agravado la situación de las cuentas públicas de algunos países. Así, el déficit público de los países importadores de petróleo equivaldrá al 8,3% del PIB en 2012 y al 6,85% en 2013 según el FMI. Este mismo organismo cifra en 90 000 millones de USD sus necesidades de financiación en 2012 y en 100 000 millones en 2013. Aún así se prevé un crecimiento del PIB de la región en ambos ejercicios.
Esto se debe a que los países del GCC, estimulados por la evolución de los precios del petróleo, van a seguir creciendo y apoyando a los países de la primavera árabe a los que han comprometido una ayuda que supera los 13 000 millones de USD. Asimismo, destaca el volumen de sus inversiones en otros países árabes, 17 535 millones de USD en 2011, en un contexto de desconfianza que causó una disminución del 16% de las inversiones extranjeras. Conviene destacar que la crisis de algunos países de la eurozona también les está afectando por la disminución de las remesas de emigrantes, la bajada del turismo y la caída de las exportaciones en países con gran dependencia de la demanda europea.
No obstante, aunque la coyuntura económica para algunos países se antoja difícil en el corto plazo, una vez que se consiga la estabilidad institucional en Túnez y Egipto y se asienten las bases para la reconstrucción de Libia, las expectativas regionales mejorarán y el crecimiento cobrará impulso (siempre que la crisis por el programa nuclear de Irán se solucione de forma pacífica). En este sentido, las expectativas regionales a medio plazo mejoran y el FMI prevé que el PIB regional alcance los 3,6 billones de USD en 2016 (Un 50% superior al 2010). Para que estos pronósticos se materialicen, el apoyo de la comunidad internacional a los procesos de transición será fundamental.
Oportunidades de negocio para las empresas españolas
Los intercambios comerciales entre España y los países de Oriente Medio y el norte de África tienen una gran importancia para España puesto que es la región con la que tenemos un mayor volumen de intercambios tras la UE. Así, si tenemos en cuenta el periodo 2007-2011, el valor de nuestros intercambios comerciales con la misma se estimó en 361.228 millones de euros, cifra que supera el valor de los realizados con América Latina, América del Norte y Asia Oriental que, en conjunto, se cifraron en 328.029 millones en dicho periodo. Esto se debe a la concentración de las importaciones españolas en hidrocarburos y a las importantes relaciones económicas con el norte de África, principalmente Marruecos y Argelia, que son nuestros primeros socios comerciales en la región. Nuestro comercio con el norte de África se estimó en este periodo en 97 103 millones de euros, cifra que supera los intercambios con América del Norte (55.126 millones) y que es ligeramente inferior a la de todos los países de América Latina (113.126 millones). No obstante, aunque el comercio se ha incrementado de forma importante en el Magreb en la última década, sobre todo con Marruecos, todavía está por debajo de su potencial. Por lo que respecta a los países del Golfo, la actividad empresarial española ha aumentado notablemente en este periodo, principalmente en los EAU y Arabia Saudí.
Las empresas españolas no pueden dejar de incluir esta región como prioritaria en sus estrategias
Las empresas españolas no pueden dejar de incluir a esta región como prioritaria en sus estrategias económicas, a pesar de las turbulencias y dificultades de algunos de los países que la integran. Sectores como la construcción, el transporte o la energía no pueden ignorar los grandes proyectos planificados en la región y que pueden ser una salida a sus dificultades en el mercado interno. Así, se prevé que un 25% de las inversiones mundiales en energía hasta el año 2020 se realice en esta zona (estimadas en 1,1 billones de USD por Booz & Company), y no sólo en energía tradicional sino también en renovable. En construcción, sólo en el GCC hay planificados proyectos por valor de 2,5 billones de dólares hasta 2020 (según la Organización de Consultoría Industrial del Golfo (GOIC, en sus siglas en inglés) y en infraestructuras de transporte es una de las regiones más activas del mundo (sólo los proyectos ferroviarios planeados o en ejecución se estiman en 157.000 millones de USD).
El sector turístico también ofrece buenas expectativas y, a pesar de las dificultades surgidas en 2011, están plani-ficadas más de 81.452 plazas hoteleras en la región que se unirán a las 62.636 que están en construcción (según STR Global ver Meed 13-19/04/12.)
Este sector tiene mucho potencial, por ser vital para los países no productores de hidrocarburos y ser una vía de diversi- ficación para los productores. Además, hay países como Argelia o Libia con grandes condiciones para el turismo en los que la experiencia española podría contribuir al desa- rrollo de un sector todavía sin explotar. Y tampoco pueden olvidarse los grandes planes de infraestructuras de Qatar para acoger el Mundial de Fútbol de 2022 ni el programa económico de Argelia (el programa de inversiones públicas para los años 2010-2014 se estima en 212 000 millones de euros) ni las oportunidades que se vis- lumbran en un Iraq mucho más estabilizado (ver artículo ¿Es posible hacer negocios en Iraq?, Boletín de economía y negocios de Casa Árabe n.o26, 06/10/11). Todo esto en una región con la que compartimos lazos históricos y culturales que abren el camino a los negocios y a la cooperación empresarial. De ello son ejemplo algunas empresas españolas que están realizando proyectos emblemáticos como la línea de alta velocidad de Haramain en Arabia Saudí o la construcción de una megaplanta termosolar en Marruecos de reciente adjudicación. Además de otros ya en funcionamiento, como la primera central híbrida solar-gas construida en Argelia o la central Gemasolar, construida en España por una empresa conjunta hispano-emiratí.
Es preciso señalar que empresas españolas como, Técnicas Reunidas, Isolux Corsán, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Indra, Ferrovial o Typsa son conocidas en la región por su competencia en la realización de grandes proyectos de ingeniería y construcción en diversos sectores. En energías tradicionales destacan Repsol, Gas Natural Fenosa y Cepsa mientras que en renovables Acciona, Abengoa, Iberdrola, Gamesa, Sener o MTorres están realizando importantes proyectos. En otros campos como el transporte y la logística destaca la actividad de Alsa, Irizar, San José López, CAF. En turismo, destaca la presencia, sobre todo en el norte de África, de cadenas hoteleras como Barceló, AC Hoteles, RIU o Meliá Hotels. A las que se suman las franquicias de moda (Inditex, Mango, Cortefiel, Pronovias, Blanco,Springfield, Neck&Neck, Joma Sport, Desigual, Camper, Roberto Verino, Adolfo Domínguez); mobiliario (Merkamueble ) y restauración (Lizarrán, Telepizza) que tienen una gran presencia sobre todo, en los países del Golfo que son mercados con un alto nivel de consumo.
Referencias
- Portal de Economía y Negocios de Casa Árabe
- Middle East and North Africa: Historic Transitions under Strain, FMI, 20/04/12
- Arab World Competitiveness Report 2011-2012, WEF & OECD, 27/01/12
- Global Employment Trends 2012: preventing a deeper jobs crisis, ILO, 24/01/12
- Ahmed Galal y Jean-Louis Reiffers (coords.), “Towards a New Med Region: Achieving Fundamental Transitions”, FEMISE Report on the Euro-Mediterranean Partnership 2011, 04/11/11
- The Role of Large Employers in Driving Job Creation in the Arab World, World Economic Forum, 2012
- Moustapha Rouis, Arab Donors’ Early Response To The Arab Spring, Banco Mundial, QNS, N.o69, 07/12
- Mthuli Ncube and John C. Anyanwu, Inequality And Arab Spring Revolutions In North Africa And The Middle East, AFDB,07/12.
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